Atrevido, atravieso la corteza de tu corazón.
Penetro tus pulmones y provoco un suspiro que sin pensar tiene mi nombre.
Tu mirada fija resiste pestañear, soy tu pensamiento.
Húmeda te despiertas en la oscuridad, gritando mi nombre.
El pudor que tenías se evaporo al compás del sudor.
Devoro tus sentidos como el río bravo, arrasa todo en su camino.
Mi intromisión en tu vida es el anhelo que escondias de ti misma.
Valiente violeta, viola la modestia inculcada que te cohibe.
Lánzate al río........
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