Friday, August 2, 2013

Hoy me hicieron más humano

El que padece vive, el que no siente perece. 

Hoy me lance a las calles de Bávaro. Taxi, mi novia y nada más. 

Miren si dios es grande que desbordo el recipiente de mis emociones. 

Mientras almorzaba en una repostería llegaron unos limpia botas, algo común en este país. Jóvenes y hambrientos, se pararon al lado de unos clientes del local y viendo que calzaban unas chancletas, pues no tenían zapatos para brillar. Simple y con el gesto universal del hambre, le demostraban al que banquete se estaba dando su condición. Semejante animal los ignoro como sí fueran invisibles. 

Esto no es lo que me causo asombro. Yo miraba como esto sucedía afuera tras la ventana.

En lo que me pongo hacerle señas a los jóvenes hambrientos,
que les había ordenado una merienda. Por el rabo de mi ojo vi un señor que les compró una flauta de pan francés.

Ese fue mi primer momento feliz del día, saber que yo no era la única alma caritativa en este lugar. Me sentí tan alegré, más de lo que sentí después que compartí el almuerzo con mis nuevos amigos. No creo que el generoso
donador de la flauta se percató que yo lo observaba. Así es la viña del señor.

Pero bueno mis amigos lo mejor del día todavía está por venir. 

Terminado nuestro almuerzo nos fuimos a Cap Cana uno de los sitios más codiciado de esta zona. 

Mi ternura y yo caminábamos por este majestuoso lugar cuando en una de las playas azules divisamos un pequeño tiburón. Nos entretuvo por un rato el en sus piruetas acuáticas pero bueno la playa parecía estar vacía, pero no.

Aquí fue cuando a razón de un tiburón me tropecé con Luis.El otro ser sensible que la vida me puso en el camino hoy. 

Entablamos una conversación a razón de mi preocupación que el tiburón no muy grande pero que dios no lo quiera lo pellizcara.

Bueno pues le avise.

Y comenzamos una conversación, profunda y amena. Intercambiamos hazañas y penas, recetas para la vida.

Se cómo escribo esto que el conductor de la orquesta nos puso en este trillo arenoso para que cuenta nos diéramos que la pena compartida pesa menos. 

Gracias a los que hoy me hicieron más humano.
El hambriento, el que ignora, el generoso y el que duele. Gracias eternamente. 





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