Friday, August 30, 2013

La fragilidad humana

La fragilidad humana es una realidad que escondemos de nosotros mismo. Es un engaño perpetuo que nos facilita el día a día. Nuestra vulnerabilidad es lo más real que existe y a la vez el velo mágico de nuestra imaginación nos lo hace irreal. Lo que es constante y eterno son las emociones que compartimos, el amor que nos tenemos. El lazo humano es lo único que perdura. 

Thursday, August 29, 2013

Mi Africana

En el parque Lenin hay una Africana que me espera.  No sabe mi nombre ni conoce mi apellido pero yo la añoro. Le dicen que soy un gusano pero en sí soy su paisano. La mente me la trae cuando sierro los ojos. Me despierto sin aliento y palpitando, desesperado por mi mulata. Labios de pirulí caramelado, su perfil montañoso que acariciar provoca. Y yo aquí tan lejos de sus curvas tentadoras. Como polizón en las alas de un gorrión sueño regresar a mi Africana que en el parque Lenin me espera. Si la divisas cuéntale de mi, I dile que la distancia duele. 

Friday, August 23, 2013

Mi hija

La mañana no conoce roció más dulce que mi hija. Ella recoge lo bueno y se le olvida lo malo. Ella calma mi apetito a lo amargo y apacigua mis iras. Su ternura es el torno de mi tabla. Mi rezo y mi jurado tienen su nombre y mis plegarias siempre mermadas con su dulzura. Mi niña. 

Wednesday, August 14, 2013

Grande de verdad

Yo le hice un favor a Matunga. Ella era mi vecina a la cual le temían mis vecinos, especialmente sus hijos y para ser preciso, su hija. Ella estaba aterrada, será porque un día Matunga le entro a martillazos por la cabeza, sabrá dios porque. 

Matunga era una anciana de descendencia Haitiana, negra tan negra que era azul. Vivía sola en la esquina de mi cuadra, sus vecinos eran los Fernández a la izquierda y Miguelina al frente. Después venía la casa de Yeya mi vecina y la madre de mi primera amiga Yamilet. Frente de Yamilet vivía Faramaria la que me enseño antes de tiempo, entre ella y la nieta de los Artiles aprendí o por lo menos me lleve bajo mi brazo más que el colibrí de Willy. Al frente de nuestras casa estaba el círculo infantil, en el techo de cual mi padre secaba su cosecha de arroz. 

El sentimiento que más recuerdo de Matunga, es la lástima  que  sentí cuando me di cuenta que mis vecinos la marginaban. Cuando me pidió ayuda se la brinde. Miren como es la memoria que todavía veo en mi mano la pelotica azul que me regalo. 

De visita a Madruga veintiocho años después. En vísperas al fallecimiento de mi abuelo Tomás, esté roble de ojos azules que me enseño como amarrarme los cordones. 

Tuve la dicha gracias a mi tío segundo Denis de conocer sobre Rigoberto Rodríguez el Duque de Madruga. Uno de los Santeros más poderoso de Cuba.  Su compañera Fredy nos dio a mi y a mi hermana, Carmen Silvia, un paseo por la casa que compartió con el. 

Nos instruyo sobre la vida y las hazañas de el, incluyendo su visita al Africa en los años cuarenta. Ella nos pidió que no tomáramos fotos porque muchos impostores después suelen decir que son ahijados de Rigoberto. 

Las guaguas de turistas que visitan y la ves que Fidel paso por ahí. Todo esto nos causo asombro quedamos sorprendidos, mi Hermana y yo. Nosotros estábamos en la oscuridad sobre este asunto. 

Lo más interesante de esta visita para mi, y lo que se me a quedado gravado fue el comentario pasajero de Fredy que Matunga y ella  eran amigas. Esto me toco y alegro mi alma, saber que yo no era el único amigo de Matunga. 

Lo de Rigoberto y su fama me sorprendió, que mi pueblo se conozca por más que el agua del Copey me hizo feliz. 

Con mis canas y mi calle me he tropezado con muchos, y lo más importante hoy por hoy es que en mi corazón reside la tolerancia. 

A Matunga en gran parte la marginaron por sus creencias religiosas, cuando a la misma vez nuestro pueblo en silencio y alta discreción practica simultáneamente dos religiones. 

El bochorno no es una o la otra el bochorno está en la intolerancia. Gracias muchas gracias Matunga por hacerme grande de verdad. 

Su aliento en mis labios

Me invitaron a una fiesta, llegue y me senté. Confianza cogí y me atreví a bailar con la más bella. Me susurro al oído,  corre con migo al patio tras la reja nos podemos acariciar en secreto. La seguí sin saber lo que me esperaba. Reposando en la reja nos besamos intensamente. No tan pronto que término esté episodio en la sombra de esta fiesta, regresamos a bailar. Todavía la melodía esta en mi memoria, su aliento en mis labios. Pero nunca más la vi. 

Tuesday, August 13, 2013

Mi papalote

Mi papalote esta echo del güin más duro y ligero que se encuentra en nuestro batey. Es un coronel, el rabo esta lleno de cuchillas de afeitar las que dan por la libreta, por sí nos atacan los amigos del cañaveral. 

Mi yegua se llama Panchita, por las mañanas yo traigo agua del viejo pozo y lleno las tinajas en nuestra cocina en la cuál hay varias tinajas. A mi la que mas me gusta es la que esta llena de manteca de puerco porque no solo es manteca lo que contiene el recipiente de barro pero las golosinas que más me gustan, los chicharrones y masas de puerco. Comerse esto es la gloria.

Cuando regreso de este quehacer mi abuela siempre me prepara mi café con leche clarito y azucarado nunca le falta el pan tostado como ella sabe que me gusta, una pizca antes de quemado. 

Mis amigos y yo todos en nuestro batey jugamos a las bolas y cuando nos aburrimos casamos lagartijas, estas son nuestras mascotas. 

Hoy no pude jugar mucho con los amigos del batey, la cincha de mi montura se me rompió mientras cruzaba el río. 

Bueno en sí yo estaba enfrascado en una carrera. Mi amigo Pepito me dijo que su potro podía más que mi Panchita. 

Yo como es normal tuve que defender la honra de mi bestia y cuje en mano le gane a Pepito. Pero por poco me destarro. 

Mi fiel bestia galopeaba más rápido que un rayo, cruzo el río en lo que un grillo salta una gajo. Mi yegua es joven tres años nada más pero la montura es de cuando los Yucatecas llegaron a Cuba. 

Yo creo que a la tatarabuela de Panchita le ensillaron la misma montura. Nosotros cariñosamente la llamamos Cuero Viejo. 

Cuando salto las últimas varas, sentí el aflojar de mi tan cómodo asiento. Por sí o por no me aferre a su melena con un apetito que yo y mi yegua nos hicimos uno. 

Cuando alcanzamos la meta, que era la roca grande que mi abuela tiene en el tras patio, afloje la crin de mi animal y respire con alivio. 

Bartolo es el remendadero, un anciano que esta tan curado como los cueros que el maneja. Siempre con una sonrisa me recibe, que fue esta vez Arielito, que deshiciste. 

El ya sabe que soy tosco como los taburetes que tenemos en el patio.

Le conté y el risueño me grito; si tu abuelo se entera que estas andando por ahí correteando te va a encender la leva.

Le respondí en mi retirada de su taller, Bartolo no chives si tu sabes que mi abuelo le encanta alardear de sus caballos.

Corre muchacho no jodas.

Con este adiós me fui corriendo al potrero. 

Yo siempre escondía mi papalote bajo el flamboyan y esta brisa que al norte corre. Lo que provoca es empinar. 


Saturday, August 10, 2013

En el futuro no existiremos

En el futuro yo o tu no existiremos, sólo quedara lo que juntó hemos creado. Si soy yo el que queda. En los rizos rubio de los nuestro te mirare, en la ternura de los nuestros te acariciare, en la amabilidad y sabiduría de los nuestros te recordare. Si eres tu la que queda. Recuérdame en la carcajada de los míos, en la estatua que seguro estoy serán, en los pucheros que aran cuando las sensibilidades los toque. Entregarme a ti , la que algún día no existirá, es lo más sabio que he echo. Al fin tu tampoco existirás, entonces mi entrego será completo. Entregarme a ti es lo único. 

Thursday, August 8, 2013

Colibrí clavado en clavel

No conozco sonido más romántico que el estruendo de un trueno, anunciando lluvia. En anticipación al diluvio los olores se disparan como si fuera la última vez que pudieran. Maravillosamente el vacío se llena de olores. Siempre adicto al oloroso grito de mi flor, la persigo. El néctar dulce de mi clavel me provoca. Saltando entre las gotas la encuentro y en sus pétalos me rindo. Colibrí clavado en clavel. Que llueva. 

Wednesday, August 7, 2013

La matemática inútil

Oy celebró nada mas que el amanecer, acurrucado a mi deseo echo carne. 
Contar de cuando entro al elevador y le agrado el olor de mi perfume, sería una matemática inútil. Eso solo te diría lo que ya esta escrito.
Que te cuente lo que viene, eso si es prodigioso. 
El yugo que nos amarra a mi y a mi yunta: es el amor.
Ella y yo caminamos descalzos en este suelo terrenal, mendigando momentos intensos. Es eso lo que nos hemos dado cuenta, nos nutre.

Friday, August 2, 2013

Hoy me hicieron más humano

El que padece vive, el que no siente perece. 

Hoy me lance a las calles de Bávaro. Taxi, mi novia y nada más. 

Miren si dios es grande que desbordo el recipiente de mis emociones. 

Mientras almorzaba en una repostería llegaron unos limpia botas, algo común en este país. Jóvenes y hambrientos, se pararon al lado de unos clientes del local y viendo que calzaban unas chancletas, pues no tenían zapatos para brillar. Simple y con el gesto universal del hambre, le demostraban al que banquete se estaba dando su condición. Semejante animal los ignoro como sí fueran invisibles. 

Esto no es lo que me causo asombro. Yo miraba como esto sucedía afuera tras la ventana.

En lo que me pongo hacerle señas a los jóvenes hambrientos,
que les había ordenado una merienda. Por el rabo de mi ojo vi un señor que les compró una flauta de pan francés.

Ese fue mi primer momento feliz del día, saber que yo no era la única alma caritativa en este lugar. Me sentí tan alegré, más de lo que sentí después que compartí el almuerzo con mis nuevos amigos. No creo que el generoso
donador de la flauta se percató que yo lo observaba. Así es la viña del señor.

Pero bueno mis amigos lo mejor del día todavía está por venir. 

Terminado nuestro almuerzo nos fuimos a Cap Cana uno de los sitios más codiciado de esta zona. 

Mi ternura y yo caminábamos por este majestuoso lugar cuando en una de las playas azules divisamos un pequeño tiburón. Nos entretuvo por un rato el en sus piruetas acuáticas pero bueno la playa parecía estar vacía, pero no.

Aquí fue cuando a razón de un tiburón me tropecé con Luis.El otro ser sensible que la vida me puso en el camino hoy. 

Entablamos una conversación a razón de mi preocupación que el tiburón no muy grande pero que dios no lo quiera lo pellizcara.

Bueno pues le avise.

Y comenzamos una conversación, profunda y amena. Intercambiamos hazañas y penas, recetas para la vida.

Se cómo escribo esto que el conductor de la orquesta nos puso en este trillo arenoso para que cuenta nos diéramos que la pena compartida pesa menos. 

Gracias a los que hoy me hicieron más humano.
El hambriento, el que ignora, el generoso y el que duele. Gracias eternamente.