Monday, December 29, 2014

No atesoro el perdón

No atesoro el perdón, no es esmeralda que resguardo en mi baúl. Si lo pudiera repartir como tajada de queso casero con dulce de guayabas lo haría. 

Yo me entrego a este tema porque con cada letra pongo mi granito de arena a nuestra edificación.

Quizás me toco ser el criollo que rehusa ser emigrante. 

Desde el final de los años mil ochocientos mi bisabuelo Antonio López Gonzalez ya marcaba pisadas por los alrededores de Madruga. 
Nuestra familia creció y se extendió por estos montes, hasta las jutias conocían Los López de Callajabo. Este era nuestro pedazo de cielo. 

Mi padre se marcho en el otoño del setenta y nueve y no habían pasado cuatro meses, cuando en la primavera del ochenta descendieron nuestros vecinos como lobos hambrientos.

Entre la muchedumbre yo no vi al barbudo con el dedo al aire ni su hermano menor, allí no habían generales de cinco estrellas ni argentino ninguno.

Los actores de esta hazaña eran los nativos que bebían el agua del Copey, los padres y las madres de mis compañeros de escuela, los habitantes del pueblo chiquito que sé convirtió en mi infierno grande. 

No pretendo tirarle la toalla a los verde olivos pero tampoco dejare que los conviertan en chivos expiatorios. Tanta culpa tiene el que agarra la pata como el que mata la vaca.

Qué quede claro en el charco de mi angustia no bebe el odio yo no permito secuelas secar sed en hoyos hundidos por mi dolor.

Yo soplo en mis heridas, yo soplo vida en nuestras heridas  para que cojan altura para que se las lleve el viento y podáramos navegar hacia el futuro. 

Porque seguro estoy que el perdón no existe pero el mañana si.....

Tuesday, December 23, 2014

Niño

A los que creen que mi interés es apaciguar o sacar alguna ventaja les recuerdo mi trayectoria.

Modesto López mi abuelo paterno, llevado preso en innumerables ocasiones hasta que al fin lo condenaron a cumplir años de cárcel en la prisión Castillo del Príncipe en La Habana.  

Mi tío Diego Ruiz, despojado de sus potros y bajado de su moto, en su propia cara se burlaron de las pertenencias de la familia Ruiz y le robaron todo, menos el orgullo y los cojones.

Mi tío Juan Sánchez, quien a plomo limpio se enfrentó con su destino en la Carretera Central cerca de la curva del Boquete un 9 de Abril.

Mi padre, cumpliendo 3 años en la UMAP, pagando deudas ajenas que cobardes le intentaban cobrar. 

No respetaron mi inocencia cuando me sacaron de Luis Ramírez López mi escuela. 

Me llevaron a mi humilde casa y sellaron la única puerta que había conocido como hogar, con un sello me despojaron como gargajo en neumonía.

Yo solo tenía nueve años y hoy me duele igual que ayer y mañana me dolerá igual.

Lo que nunca me robaran es mi dolor, el cual yo nunca empeñare.

La multitud que se presenció en la casa de nuestros vecinos, los ancianos Piloto, que nos habían dado refugio ante aquella turba que nos abatía a pedradas y huevazos, se quedó. 

Yo fui recogido en la oscuridad de la madrugada como ganado en potrero por un camaján del G2 que no se percibió que yo era el fruto del amor de mis padres, que yo era la herencia de mi tatarabuelo Antonio López Gonzales, que yo sería el amanecer de mi sangre. 

Este militar me llevó a su casa y se acostó a dormir, mientras yo con mis nueve años, solo en el Lada de este espantapájaros, me moría de miedo. 

En la mañana me gritó: “Párate aquí y cuando la guagua pase móntate en ella”.

Tierno y manso, cariño de mi madre y mimado por mi abuela, le obedecí.  Allí estuve solo en la parada esperando en la soledad de este pueblo desconocido.

La guagua llegó, me metí en ella y cabizbajo, me senté.

La Habana se hizo y los huevos siguieron. En la entrada del Abreu Fontan estaba la turba de tontos útiles. 

Esta cizañada seguía y yo solo, solito en el mundo sin nadie que sacara la cara por mí, tuve que masticar el bagazo que me marcaría. 

Contarles del campamento El Mosquito y del miliciano que convencidamente intentó cambiar mi criterio político jurándome que yo estaba errando, que la revolución era la patria. 

En ese momento se cementó en mi joven mente que yo estaba en lo correcto y me dió lástima su compromiso.

Mi tregua no es muy distinta a la de mis paisanos.

Yo atesoro mi trayectoria y no la reprocho pero tampoco le permito que envenene mi futuro y el que les tengo como regalo a mis tataranietos.

El destino sabía que yo sería la siembra que germinaría en la finca La Fe....

Monday, December 22, 2014

La cautela prolonga

Dieciocho beses cace tu mirada anoche.

La mańana reventó y las miradas se hundieron pero la flecha clavada quedó. 

Me desperté zarandeado por la melodía de la vida y las embestidas tuyas. 

Aspiro aire perfumado por el ardor de seda húmeda, mientras la silueta de una diosa me traga.

Llueve centellas y se abre el cielo, capricho consumido por la  candela de cuerpos celestes. 

Cojeo porque correr me robaría el extasis y la cautela prolonga el hurto de mi cuerpo....

Escribo por herencia

Ahogo mis pensares en el tintero mientras la pluma solitaria baila por los pliegos apoderándose  de mi. 

Que obsesión tengo por la palabra escrita, que tanta inquietud me da cuando no tengo pluma y papel.

Yo veo letras engordadas por ideas fértiles. En todo momento confronto palabras que ruegan ser conjugadas. 

Obedeciendo la dirección de mi brújula emotiva salen tristes o melosas.

El escape que facilita este ejercicio y la transparencia cristalina del abecedario obedecido son razón de vida. 

En el paraíso de mis escrituras radica la efervescencia del laberinto de mi cien. 

Nadie se adueña del que escribe, el que escribe se adueña de quién lee.

Me rodeo de palabras, las parábolas son mis amigas. 

Cuando escribo respeto la tierra santa de la imaginación de mi lector, izando la bandera de mis cuentos con soga larga pero tensa.

Hoy mas que nunca estoy felizmente agradecido por el don que me regalo mi abuela. 

Escribo por herencia......




Sunday, December 21, 2014

Cubanos a seguir

He estado en una odisea por treinta cinco años en la tierra de los libres y la casa de los Bravos. 

He adoptado algunas de sus costumbres y he sido recibido cálidamente por sus gentes.

Sin embargo, estas no son mis gentes y esta no es mi casa. Yo nunca me confundí. 

Conozco los valles y las lomas de mi pueblo, el pedazo de tierra donde nací corre por mis venas. 

La tierra colorada donde di mis primeros pasos se apoderó de mi corazón y nunca se a zafado. 

América me recibió en sus brazos y me nutrió de su compasión. 

Ella me inculcó la sabiduría de Benjamin Franklin y me inspiró con el acero de Harry Truman cuando él dejó su huella en la historia.

Sin embargo, estas son experiencias ajenas. Yo no he sido asimilado por este crisol de culturas.

Estas placas tectónicas que se acaban de deslizar bajo nuestros pies, me llenan de inmensa esperanza para el futuro, un futuro en el que podremos sanar heridas viejas. 

Un futuro donde yo seré parte de la canción que será cantada por generaciones de Cubanos a seguir....

Ariel Lopez

Monday, December 1, 2014

Donde no seré lobo

La luna no responde mis aullidos y la noche entierra mi tristeza en su olvido. 

Alcanzo la mañana a costillas de mi arpa sin alma.

Lamentando mi fragancia a presidiario sin condena, despierto. 

Invisible a mi invisibilidad, remo contra la marea que me marea y me aturde sin sonido.

Nado consciente que no hay playa para perro sin amo. 

Sueño con apariciones paridas por deseos y caricias que carezcan estruendos invernales.

Sueño con el bosque donde no seré lobo....