Cuándo el río no corre en la dirección de mi agrado, me emperro.
Quiero que te desaparezcas, con la misma ferocidad que te amo. Envisto mí
deseo a tu desaparición.
Matemáticamente e descifrado como hacer esto.
Paso a paso entrare al hotel, donde nos conocimos. No subiré por el elevador, donde nos vimos por primera vez.
Cogeré las escaleras, así borrare tu mirada y tu agarre de mi alma.
Este ejercicio me librara de ti y me dejara a la deriva.
De dónde partiré enteramente solo y desarropado de tu olor.
De vez en cuando, cuando esto pasa, acabo en el fracaso.
Porque en el tuétano de mis huesos vives tu.
Cuanto esfuerzo yo me propongo echar en esta faena, es en vano. Tu eres mi y yo soy tu.
Soportarnos es lo que naturalmente nos nace.
Hoy no te amo, hoy estoy emperrado.
Pero recuerdo que te quiero desde antes que te olí, antes que conociera tu olor te olía.
Fueron las olas del amor que te trajeron a mi.
Antes del antes te conocía, siempre supe que vendrías.
No comments:
Post a Comment