Provocarme ser como soy es lo que a pasado. Si me hubieran querido enseñar a amar, no pudieran haber echo mejor trabajo. Yo soy un perro adicto a la pasión. Desde el momento que vi la mantequilla cuajar en la ventana de madera en nuestro bohío en Xene y escuche estas palabras; te amo, te quiero más que todo lo que conozco eres mi vida, desde ese momento me clavaron con un clavo de hierro a la pared de tabla de palma en nuestro bohío . Todavía partes de mi corazón están ahí en esa pared que ya no existe. Ese amor no correspondido a minado mi existencia. Lo e podido seguir de acerca y minuciosamente analizar que la calamidad muchas veces en el amor es la juventud.
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