Thursday, May 12, 2016

Un Restriego Dos Restriegos

Los ríos corren y no saben de qué, tienen nombre y no conocen las lágrimas que los brotaron. 

Yo cabe una cueva y me dedique a llorar. 

Era tanto el bien que me hacía este ejercicio de estrujar, que se fue de mí la sal. 

Se fue de mi todo menos el olvido y su olor. 

Desde ese entonces le di cierre a mi alma y regale mi pellejo. 

Me marcaron huellas sin olor pero yo no les honre con un té quiero. 

Un restriego, dos restriegos y la soledad....


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