Todos los días amo a una distinta.
Ellas se encaprichan de mi, como toro a capa, me embisten.
Yo deje de esquivar esas tormentas y me dejó partir por esos rayos.
En las pecas de mis puntos, en las líneas que nunca arrugas serán, ahí las pelilargas despedazan mi corazón.
Ausente de quejas yo contemplo con miradas largas estas olas y descifro su espuma que deja mi corazón al desnudó.
Mis queridas poesías......
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